Creo que todos coincidimos en la importancia de la comunicación familiar, de la comunicación fluída entre todos los miembros de la familia, en especial en la mesa. Es un aspecto sumamente importante que redunda en el fortalecimiento de valores como la unión, el afecto, el compañerismo, el respeto mutuo y en definitiva, la creación de vínculos entre padres e hijos que perdurarán a lo largo del tiempo.
Las últimas décadas se han caracterizado por la irrupción masiva de las nuevas tecnologías en el hogar familiar, lo que en principio acogíamos como un gran avance, como la solución a mucho de los problemas, se ha convertido en ciertos ámbitos, como el familiar, en una gran amenaza para la propia estabilidad de la familia y en particular la comunicación entre sus miembros.
La comunicación familiar en la mesa
La buena comunicación es el alma de cualquier relación estrecha y significativa, es la base de nuestras interacciones con los demás, es una de las piedras angulares de una vida familiar saludable. Pocas tradiciones familiares pueden ser tan útiles para brindar oportunidades de comunicación como las comidas familiares.
La conversación regular en un entorno natural como la mesa donde habitualmente comemos, aporta una serie de beneficios innegables: representa una gran oportunidad para aprender a preguntar y responder preguntas, para compartir historias e ideas de las experiencias de cada miembro de la familia, para hablar entre ellos sobre pensamientos y sentimientos, para practicar modales, el saludable hábito de la escucha activa y respetar los turnos en la conversación. Es sin duda, el mejor escenario para que los niños corrijan actitudes, compartan experiencias y fortalezcan sus valores.
Consideremos estos consejos para contribuir a una comunicación familiar fluída:
- Despejar la mesa y apagar las distracciones, como el televisor o los móviles.
- Hacer preguntas que motiven la conversación positiva.
- Permitir que cada miembro familiar tenga la oportunidad de hablar y compartir pensamientos o historias.
- Escuchar siempre con atención e interés.
- Y tratar de crear un clima emocional propicio para la comunicación familiar.
Y os preguntaréis que me ha empujado a este tipo de reflexiones, yo que habitualmente escribo artículos tan alejados de esta temática. Pues bien, todo ha surgido a colación de un vídeo enviado durante una de las comidas familiares, por medio de una aplicación de mensajería instantánea de la que no quiero ni mentar, como si se tratara del innombrable siniestro personaje Lord Vordemort que Harry Potter, Hermione Granger y Ron Weasley siempre evitaban mencionar.
El vídeo en cuestión que me envió un amigo argentino, con hijos adolescentes, visiblemente preocupado por estos mismos temas de comunicación familiar, está extraído de una de las conferencias de María del Pilar Sordo, psicóloga, columnista, conferenciante y escritora chilena, que podéis visionarlo a continuación.
Me ha gustado de ella, su franqueza, su apasionamiento, sus expresiones a lo Camilo José Cela, sin tapujos, sin rodeos, apuntando a lo que duele, a lo que omitimos, a lo que olvidamos a menudo en la familia.
Y deseo destacar una de las frases de su alocución:
«…nosotros nos reimos cuando los hindúes no se les puede tomar fotografías porque con el flash les roban el alma, pero a nosotros el Dios Pantalla hace mucho tiempo que nos robó el espiritú…»
Espero que mañana sentados a la mesa, desconectéis los móviles, la televisión, las distracciones tecnológicas y contribuyáis a iniciar una comunicación familiar fluida con vuestros seres queridos, para conoceros mejor, para respetaros, para uniros en un sincero y prolongado ‘abrazo de luz’.
“La mejor red social es una mesa rodeada de las personas que tú más quieres”.